El malware hostil, intrusivo e intencionadamente desagradable intenta invadir, dañar o deshabilitar ordenadores, sistemas informáticos, redes, tabletas y dispositivos móviles, a menudo asumiendo el control parcial de las operaciones de un dispositivo. Al igual que la gripe, interfiere en el funcionamiento normal.
¿Un virus es malware?
Sí y no. Mientras que todos los virus informáticos son malware, no todo el malware son virus. Los virus son solo un tipo de malware. Mucha gente emplea los dos términos como sinónimos, pero, desde un punto de vista técnico, virus y malware no son lo mismo.
Mírelo de este modo: El malware es un código malicioso. Los virus informáticos son código malicioso que se extiende por equipos y redes.
¿Cómo puedo saber si tengo una infección de malware?
El malware puede manifestarse a través de varios comportamientos aberrantes. Estos son algunos signos reveladores de que tiene malware en su sistema:
- El
ordenador se ralentiza. Uno de los efectos principales del malware es
reducir la velocidad del sistema operativo, tanto si navega por Internet
como si sólo utiliza sus aplicaciones localmente.
- La pantalla se llena de oleadas de publicidad fastidiosa que no tendría que mostrarse. Los anuncios emergentes inesperados son un signo típico de infección por malware. Están asociados especialmente con una forma de malware conocida como adware. Es más, los mensajes emergentes suelen ir unidos a otras amenazas de malware ocultas. Por tanto, si aparece algo como “¡ENHORABUENA, HA GANADO IPHONE GRATIS!” en un mensaje emergente, no haga clic en él. Sea cual sea el premio que el anuncio promete, le saldrá muy caro.
- El sistema se bloquea constantemente o muestra una pantalla azul BSOD (Blue Screen of Death), que puede aparecer en los sistemas Windows cuando se encuentra un error grave.
- Observa una pérdida misteriosa de espacio disponible en disco, probablemente debido a un ocupante indeseado de malware que se oculta en su disco duro.
- Se produce un aumento extraño de la actividad del sistema en Internet.
- La utilización de recursos del sistema es anómalamente elevada y el ventilador del equipo comienza a funcionar a toda velocidad, lo cual señala que la actividad del malware se ha apropiado de recursos del sistema en segundo plano.
- La página de inicio del navegador cambia sin su permiso. Igualmente, los enlaces en los que hace clic lo llevan a un destino web no deseado. Esto significa normalmente que hizo clic en aquel mensaje emergente de “enhorabuena”, que descargó algún software no deseado. También es posible que el navegador responda muy lentamente.
- El navegador se llena inesperadamente de nuevas barras de herramientas, extensiones o complementos.
- Su producto antivirus deja de funcionar y no puede actualizarlo, dejándolo desprotegido contra el malware tramposo que lo deshabilitó.
- También puede producirse un ataque de malware obviamente dañino e intencionadamente provocador. Este es el caso del ransomware, que se anuncia sin disimulo, le dice que tiene sus datos y exige un rescate para devolverle sus archivos.
- Incluso si todo parece funcionar bien en su sistema, no se confíe, porque no conocer el problema no significa necesariamente que no existe. El malware potente puede ocultarse en lo más profundo de su ordenador y husmear sus datos sin disparar ninguna alarma mientras se apodera de sus contraseñas, roba archivos confidenciales o utiliza su PC para expandirse por otros equipos.
¿Pueden infectarse los dispositivos móviles con malware?
A los delincuentes del malware les encanta el mercado de los dispositivos móviles. Después de todos, los teléfonos inteligentes, son ordenadores de mano sofisticados y complejos. Además ofrecen una puerta de entrada a un tesoro de información personal, detalles financieros y todo tipo de datos valiosos para quienes intentan ganar dinero de forma deshonesta.