Mega Drive, conocida en diversos territorios de América como Genesis, es una videoconsola de sobremesa de 16 bits desarrollada por Sega Enterprises, Ltd. Mega Drive fue la tercera consola de Sega y la sucesora de la Master System. Compitió contra la SNES de Nintendo, como parte de las videoconsolas de cuarta generación. La primera versión fue lanzada en Japón en 1988, sucedida por el lanzamiento en Norteamérica bajo el renombramiento de Sega Genesis en 1989. En 1990, la consola fue distribuida como Mega Drive por Virgin Mastertronic en Europa, por Ozisoft en Australasia, y por Tec Toy en Brasil. En Corea del Sur, el sistema fue distribuido por Samsung y conocido como la Super Gam*Boy (en hangul, 슈퍼겜보), y más tarde como Super Aladdin Boy (en hangul, 슈퍼알라딘보이).
La cuarta generación trajo consigo una nueva forma de ver los videojuegos. El imperio de Nintendo ya no era tan opresor y dictatorial como en la etapa anterior y el mercado empezó a diversificarse o al menos a abrirse para dar oportunidad a otras empresas. La competencia se volvió más justa y eso ayudó a que cada compañía se esforzara por hacer mejor las cosas y mantener la preferencia del público, o bien, conquistar nuevas audiencias. SEGA no la había pasado bien como resultado de la débil competencia que tuvo con el Nintendo Entertainment System, por lo que decidió seguir trabajando y mejorando sus propuestas. Fue aquí en donde apareció una peculiar palabra en el vocabulario gamer. Una palabra que cambiaría, al menos durante algunos años, la perspectiva de los videojuegos, la forma de criticarlos y valorarlos.
SEGA implementó un plan que, a mi entender, le funcionó muy bien. Para empezar, echó mano de sus grandes éxitos de arcade (incluso de aquellos que se portearon en SEGA Master System), y los incluyó en su nuevo y flamante sistema. Estoy hablando de Golden Axe, Altered Beast, Alien Syndrome y Shinobi, entre otros. La gran ventaja era que la gente ya sabía de esos títulos y se había gastado una buena cantidad de fichas jugándolos, por lo que darles la opción de disfrutarlos en la comodidad de su hogar resultó muy atractivo, sobre todo porque el traslado del formato arcade al casero fue muy bueno.
En segundo lugar, SEGA ya tenía datos duros de ventas en las distintas regiones en las que se comercializó el SMS, por lo que sacó provecho del terreno ganado y se echó a la bolsa nuevamente al público de Europa y Brasil, territorios que estaban dominados por la marca. También empezó a tener presencia en otras regiones que antes parecían inalcanzables, como la nuestra, pero esta vez con el apoyo de un gran número de desarrolladores que ya no sólo volteaban a ver a Nintendo, quienes después de un tiempo tuvieron también un sistema de 16 bits en los anaqueles. La competencia empezó a ponerse interesante y las comparaciones no se hicieron esperar. Incluso nos tocó vivir un curioso episodio en términos de la publicidad utilizada por SEGA para promocionar el Genesis, de la cual se desprendió un meme que hasta la fecha sigue vigente.
GENESIS DOES WHAT NINTENDON’T marcó a toda una generación y escandalizó a más de uno, incluyéndome. Por muy agresiva que suene la frase y a pesar de ser gramaticalmente incorrecta, no podemos negar su veracidad, sobre todo al inicio de la generación. Todos sabemos que las especificaciones del Super Nintendo superan a las del SEGA Genesis, pero esta máxima publicitaria llegó justo en el momento en el que SEGA podía presumir que estaba un paso adelante con respecto a su más grande competidor, quien lo había hecho polvo en años anteriores. Además es importante considerar que el SNES apareció un par de años después que el SEGA Genesis, por lo que tener mejor hardware suena lógico. Como ya sabrás, me sentí ofendido y despotriqué contra SEGA hasta que me cansé, pero ahora como fanboy rehabilitado de Nintendo puedo decir que el atrevimiento de SEGA trajo algunos beneficios a la industria. Nintendo siguió y sigue teniendo una base de seguidores muy firme, pero la llegada de otros sistemas con capacidades sobresalientes y una buena oferta de juegos permitió que los jugadores miraran hacia otro lado y que diera inicio la famosa y completamente absurda guerra de consolas que, dentro de lo negativo que tiene, al menos motiva a los developers para hacer cosas con mayor calidad, en el mejor de los casos.
En cuanto al software, el SEGA Genesis tiene un gran valor. Si dejamos a un lado los títulos que aparecieron en otras consolas, aún así tenemos un catálogo bastante robusto. Según la Virtual Gaming Library, existe un total de 869 títulos de SEGA Genesis, incluyendo las regiones americana, europea y japonesa. Aunque el número es mucho menor que el de su más cercano competidor, el Super Nintendo, sin duda es considerable y cuenta con una variedad muy atractiva. Sólo como referencia, el TurboGrafx-16 tiene 305 títulos, mientras que el Neo Geo de SNK se ubica en el último lugar de la generación con sólo 117.
No haber tenido este sistema me duele más que no haber tenido el SEGA Master System, ya que en este caso se pudo ver un alza considerable en la calidad de los juegos. Hablaré sólo de unos cuantos que me parecieron geniales en todos sentidos, aunque estoy seguro de que tienes tus favoritos y te invito a que los compartas en los comentarios.